Mi enemigo el viento - el Huracán Grace
Cuando era niño vivimos un ciclón en la ciudad de Manzanillo, Colima, estando de visita con mi tío Lalo, un primo lejano de mi madre. La sensación de impotencia ante los vientos y el crujir de las láminas de las casas vecinas, los gritos de solicitud de ayuda y el golpear de infinidad de objetos contra las paredes es algo que difícilmente se puede enterrar en la memoria. Salir de la ciudad en medio de la inundación fue un gran reto y por algún motivo atravesamos un camino serrano para llegar a Guadalajara. Recuerdo que en ese camino, tuve un fuerte machucón que derivó en atención médica de urgencia, algunas inyecciones y la pérdida de un par de uñas de mi mano izquierda. El viaje terminó en un carro alcoba en tren, de Guadalajara a la Ciudad de México solo con la ropa que traía puesta y unas sandalias dos números menores a la talla de mis pies. Muchos años más tarde, siendo adulto, viví con mi familia el Huracán Dean en 2007 en la Sierra Norte de Puebla. En esa ocasión perdimos todas n...