Mi primer recuerdo con una computadora
Mi recuerdo más lejano sobre computadoras, es de una tarde de verano, con mi hermano y un primo en Salamanca Guanajuato con una computadora Atari. Se conectaba a la televisión y el CPU estaba integrado todo con el teclado. Para guardar la información, se conectaba una lectora/grabadora de casettes de cinta magnética en la cual, mediante cintas normales de cassette de audio de aquella época, se guardaba la información. Los botones de la grabadora de información eran exactamente iguales a los de una grabadora normal.
Para poder jugar un juego, había primero que "escribir" el juego.
El manual de la computadora traía una serie de instrucciones en las cuales tu tenías que escribir la lineas de código en lenguaje Basic, para que el juego funcionara.
Recuerdo un juego de una pequeña motocicleta con la que tenías que brincar una cantidad de barriles en cada ronda. Y para modificar la cantidad de barriles o la orientación de la rampa y la velocidad de la moto, necesitabas cambiar los parámetros mediante algunas líneas del código del juego.
La tarde se convirtió en noche y como es normal, la noche en madrugada. Yo observaba con los ojos desorbitados cómo la magia de la computación se hacía presente cuando ellos escribían las líneas del juego. Y es que en casa teníamos una consola de videojuegos con cartuchos. Era el legendario Atari 2600 que nos daba tanta diversión a mi hermano, mi papá y a mi. El juego favorito de mi hermano era uno sobre futbol americano y la diversión se acabó para mi papá cuando mi hermano aprendió a mandar pases cruzados con aquel simple joystick que se componía por una palanca y un botón. MI papá jamás le volvió a ganar a mi hermano.
Pero esto era otra cosa, tu te convertías en el creador de los juegos y la máquina hacía lo que tu querías.
Como ellos se desvelaban escribiendo la líneas yo me dormía temprano como lo sigo haciendo hasta ahora y podía levantarme temprano.
Con toda la atención del mundo aprendí cómo encender, apagar, iniciar el sistema operativo y algunos comandos necesarios para iniciar el juego. Y cuando ellos no me veían, podía acceder a ese mundo virtual que en ese entonces no podía diferenciar si era magia, ciencia o alquimia.
Pero mi diversión se acabó cuando tratando de aumentar la cantidad de barriles que la moto tenía que brincar, modifiqué los parámetros y el juego dejó de funcionar correctamente. La moto rodaba partida en dos en diferentes partes de la pantalla y el sonido del motor no se detenía ni aun cuando la moto llegaba al final de la pantalla. Recibí una gran regañada y muchos gritos de todo el mundo y sólo pude explicar mi error diciendo "sólo quería jugar como ustedes". Y si antes no me sumaban a los juegos, luego de eso valoré mucho más el poder de la imaginación al tener que jugar sólo durante el resto de esos días.
En otra ocasión puse el cassette de datos en un reproductor de un estereo normal y como no escuchaba nada, subí todo el volumen... Cuando por fin se escuchó algo, mi madre brincó en casa y los zumbidos que produjo el aparato aún habitan en mi cabeza hoy día. Fue una gran experiencia. Obviamente, ya no me permitieron más tocar la casetera de la computadora o del estero y regresé a mi viejo estéreo de vinilos que ya nadie tomaba en cuenta y se volvió mi compañero de juegos y aventuras en el último cuarto de la parte más alta de la casa en donde construí mi feliz guarida, lejos de aquella primera computadora. Posteriormente vino una "printaform" con su propio monitor monocromático y el legendario MS-DOS, pero eso es otra historia.
Hoy día las computadoras tienen una experiencia sumamente distinta de aquellos recuerdos lejanos y sin embargo, la emoción de configurar una computadora desde cero, sigue siendo como en la infancia más temprana.
Imagen de computadora Atari 65XE tomada de https://www.google.com/url?sa=i&url=http%3A%2F%2Fmicoleccionvideojuegos.blogspot.com%2F2010%2F10%2Fcomputadora-atari-65xe.html&psig=AOvVaw3PhdW-JR3CnPy8o2ivZjoE&ust=1633988708106000&source=images&cd=vfe&ved=0CAsQjRxqFwoTCKDyzcrowPMCFQAAAAAdAAAAABAD
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¿Lantla lhtáta?
¿cómo dormiste? Totonaco de la sierra
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